martes, 25 de octubre de 2011

La reconciliación con la realidad.


22 de abril del 2021

El tiempo parecía detenerse, sin embargo  eso no estaba ocurriendo. Ahora comprendía que yo estaba equivocado, que Jacobo tenía la razón y que Brianda estaba confundida. Nuestros miedos comenzaban a formar parte de nuestra vida, y los sueños figuras utópicas del pasado. Nos encontrábamos de nuevo en la capital, aun después de todo el camino que habíamos recorrido, pues fuimos traicionados por quien creímos que era nuestro aliado: Don José, o mejor dicho,  José Álvarez Villareal, quien nos había vendido por los títulos de propiedad de sus tierras y una pequeña recompensa de 500 dólares.

A casi un año de nuestra salida de la capital esta se encontraba en unas condiciones tan diferentes, pues estaba desecha, encerrada por una gran muralla de aproximadamente seis metros de altura. Al entrar fuimos clasificados por género, por lo que fue separada Brianda, ahora ella tenía que ir a la zona norte  en donde se encontraban todas las mujeres, las cuales trabajaban en una planta de productos químicos junto con sus hijos. Nosotros fuimos llevados a la zona sur de la urbe, donde se encontraba una gran fábrica de armamento y municiones en la cual trabajaríamos. Fuimos instalados en una especie de comuna donde se compartía alimentos, vivienda, dormitorios, baños e incluso algunas pertenecías personales como ropa y artículos higiénicos.

Estas comunidades estaban regidas por el ejército norteamericano, quien era el encargado de administrar al “personal” que laboraba ahí. Asimismo, dentro de la pequeña comunidad de trabajadores había una persona, la cual era encarga de representar los intereses populares. La comunicación era por vía telefónica con nuestras parejas y familiares, una vez al mes por un periodo de aproximadamente 30 minutos como máximo. El primer día que pude establecer comunicación con Brianda me comentó que estaba harta de toda esta situación, pues deseaba mejor morir, que continuar con esa vida tan vacía y con esos tratos tan inhumanos. También me dijo, que al segundo día de haber llegado a la comuna, había sido operada para no poder tener hijos. Me explicó, que estaba asqueada de ver como los pobres niños enfermaban y morían casi diariamente, de como las madres lloraban todo el día por la perdida y aun así tenían que ir a trabajar, pues los soldados no tenían compasión de ellas. Lo único que le pude decir a ella fue que no  se desesperara, que buscaría la forma de escaparnos de aquí y por fin lograr nuestro sueño: llegar a la colonia mexicana en Guatemala.

Hoy me encuentro en recuperación, pues hace un par de horas fui esterilizado y dentro de media hora tengo que ir a trabajar, por lo que aproveche este tiempo para escribir estas líneas. Sé que la vida es algo difícil aquí, pero si de algo estoy convencido es que no quiero morir aquí, pues esto es peor que el infierno. Lo hare por ti mi niña hermosa, Brianda.

martes, 18 de octubre de 2011

La degeneración.


15 de marzo del 2022

México, si aun se puede llamar así, ha cambiado demasiado durante este último año. El Congreso decretó el 24 de julio del 2021 una serie de leyes llamadas Cleaning Company,  las cuales han tenido como objetivo eliminar todo tipo de garantías individuales a los “mexicanos” considerándolos objetos de trabajo. Esto ha denigrado más la forma de vivir de mis connacionales. Dichas leyes establecen que todo mexicano deberá estar al servicio del Ejército Norteamericano para realizar labores en plantas de alto riesgo como: mineras, de armamento, químicas, nucleares, etcétera; durante jornadas de 16 horas sin descanso alguno, lo que ocasiona graves enfermedades y muertes prematuras. Asimismo se ha prohibido que los “·mexicanos” tengan descendencia, por lo cual son esterilizados. También se aprobó la ley llamada Stalled traffic, la cual prohíbe el libre tránsito de los “mexicanos” en el país.

Por mi parte la conspiración fue descubierta y suprimida, lo cual provocó que la mayoría de los seguidores fueran encarcelados o puestos a disposición del Ejército para realizar labores en las plantas de alto riesgo. Los que logramos escapar somos perseguidos peor que delincuentes por lo que hemos tenido de abandonar la capital del país. Brianda, Jacobo y yo decidimos ir a la frontera del sur, para así poder llegar a la colonia mexicana que se encuentra en Guatemala, antes de que las cosas empeoren y seamos encontrados, llevados a juicio y ejecutados por traición al país.

Actualmente nos encontramos en el estado de Oaxaca, en un pequeño poblado llamado San Jacinto. Estamos solo de pasada, pues no podemos estar mucho tiempo en un solo lugar, ya que de hacerlo seriamos rápidamente encontrados por el Gobierno. Asimismo, tenemos que realizar el viaje a pie y sin utilizar los caminos principales, pues estos se encuentran custodiados las 24 horas para evitar que la gente circule por el país. Don José, un agricultor de la zona y quien nos ha dado alojamiento en su casa, mañana saldrá rumbo a Chetumal a dejar un pedido de hortalizas. Él nos ha sugerido que salgamos junto con su pedido para así acelerar el camino rumbo a Guatemala y  escapar del país lo más pronto, para poder buscar ayuda en aquel país.

La noche ha caído. Jacobo me ha comentado que tiene un mal presentimiento pues cree que seremos descubiertos por los soldados al pasar por los caminos custodiados. Esto me ha puesto un poco nervioso, aunque creo que no tenemos opción, es esto o esperar la muerte que tarde o temprano nos llegará si permanecemos en nuestro país.

lunes, 10 de octubre de 2011

El dilema.


30 de mayo del 2021.

Han pasado ya casi dos años desde que el régimen del norte se instalo en nuestro país y ha cambiado de forma brutal nuestras vidas. Con la proclamación de la American Supremacy  se  ha delimitado el campo de participación de los “mexicanos” dentro de la sociedad y obligándonos a ser simplemente mano de obra. Durante este tiempo las conspiraciones han formado a ser parte de nuestra vida diaria, pues han sido la única forma de organización para toma algunas decisiones sobre el rumbo que debemos seguir para detener a este “monstruo”.

La conspiración que llevamos realizando Jacobo, Brianda y yo ha tenido un considerable progreso. Hemos podido reunir a más de ciento cincuenta personas de diversos sectores de la sociedad, las cuales están dispuestas a iniciar en cualquier momento una revolución. Sin embargo, aun no contamos con los recursos ni con las tácticas adecuadas para llevar a cabo un movimiento de tal magnitud. Asimismo, las cosas en el país se han puesto cada vez más difíciles, pues en el Congreso se están discutiendo sobre si los “mexicanos” debemos ser considerados como ciudadanos o simplemente un  estorbo en  esta nueva sociedad. Al parecer, esto no tendrá una  resolución para nuestro bien, pues la cámara está integrada solamente por congresistas estadounidenses que no están a favor de nuestra adición a la sociedad.

Por otra parte, he recibido noticias sobre una comunidad fundada por  empresarios “mexicanos”, la cual está situada en una pequeña porción de Guatemala. Esta comunidad está regida por los antiguos estándares de México, y está dispuesta a aceptar a cualquier persona que tenga nacionalidad mexicana, siempre y cuando, esta decida a no volver a salir de la colonia, ya que de hacerlo, el integrante será desterrado de ella.

Ahora me encuentro en un gran dilema, pues no se que vertiente debo seguir. Por una parte, podría olvidar todos estos problemas que aquejan a mi país e irme a la vida que solía tener solo que ahora en Guatemala. Por otro lado, me siento en la necesidad de luchar hasta lograr que nos sea devuelta “nuestra tierra”, puesto que hemos invadido nada, esta región nos ha pertenecido desde siempre y no hay por que huir, sino todo lo contrario, pelear por volver a adquirirlo, junto con todas nuestras garantías personales que solíamos tener.

Mi pregunta en estos momentos es ¿Qué debo hacer? ¿Huir o luchar?

lunes, 3 de octubre de 2011

Todo cambió

15 de Enero del 2021


Hola, me llamo Alf. Aunque no es mi nombre real, me ha funcionado para darme a conocer entre la gente que vivía en México. Este país ha cambiado demasiado durante la última década, en la cual ha tenido que vender sus tierras para poder pagar la gran deuda pública que se tenía con los países más desarrollados como Estados Unidos. Este último país ha sido el ganón ya que se ha quedado con todo nuestro país, por lo que, hemos pasado a formar parte de esta nación.

Sería el 20 de noviembre del 2019, cuando el Gobierno mexicano daría a conocer la nueva situación del país; estaríamos regidos por las leyes de nuestra nueva nación. En un principio a muchas personas les alegraba eso, pues pensaban que su situación mejoraría considerablemente con dicha proclamación; sin embargo, esto no ocurriría, pues sus vidas cambiarían de forma brutal. Fue el 4 de julio del 2020, cuando el gobierno estadounidense proclamo la ley American Supremacy, la cual ocasionó que todos los mexicanos fueran despedidos de los altos mandos, y llevados a las grandes empresas manufactureras para servir como mano de obra.También la educación a Preparatorias y Universidades fueron prohibidas a todo connacional. Esto ha ocasionado que los “mexicanos”, si aun nos podemos llamar así, estemos en un gran retraso educativo y económico en relación a los Yanquis. Por eso se han realizado diversas conspiraciones en contra del régimen del norte, el cual al enterarse de las reuniones las apaga con el uso del ejército, los cuales son acusados de traición, llevados a juicio y declarados culpables, por lo que se les aplica la pena de muerte.

Actualmente, vivo con dos personas en un pequeño departamento. Una de ellas es Jacobo, quien es un gran amigo desde infancia  y elemento fundamental para la propagación de nuestras ideas libertarias, pues se ha encargado de difundirlas mediante pequeñas reuniones, las cuales realiza con el pretexto de capacitar al personal de la empresa en donde trabaja él. También vive conmigo mi novia Brianda, quien ha sido de gran ayuda, no solo moral, sino también a apoyado a la causa mediante la distribución de trípticos con ideales libertarios y mensajes de superación, los cuales hace pasar como volantes publicitarios. Por mi parte, me dedico a trabajar en una empresa dedicada a la distribución, donde he conocido a personas dispuestas a apoyar a la causa libertaria, aunque tienen miedo de ser aprehendidas y sometidas al juicio de la muerte, por lo que me he encargado de enlistarlos y les he dado algunos consejos de cómo pueden ayudar a este movimiento.

Estamos conscientes de que esto es muy peligroso y difícil de realizar, pero seguros que acabaremos con el régimen del norte. Logrando de esta forma la volver a nuestra vida de antes, que aunque no era muy buena, al menos era mejor que la que tenemos actualmente con la adición de nuestro país a Estados Unidos.